viernes, 27 de febrero de 2015

SUFRIENDO DE LO LINDO

Hoy tocaba la etapa con la que cierro el círculo y vuelvo a Puerto del Carmen, desde donde comencé a hacer el reconocimiento de la vuelta a Lanzarote sin paradas.
Sobre el papel la etapa parecía divertida y más o menos llevadera, pero el viento hoy ha soplado de lo lindo y ha conseguido minar mi moral en algún que otro camino.

La salida desde Playa Blanca era muy tranquila, con unos kilómetros por su eterno paseo marítimo y desembocando en la famosa zona de Los Ajaches. Una sucesión de acantilados y barrancos que se recorren por una pista sinuosa muy rota pero sin grandes cambios de desnivel. Hasta aquí todo muy bien, porque el terreno es parecido a zonas por las que entreno habitualmente me movía con soltura.

Los Ajaches te permiten conocer lugares sorprendentes que difícilmente se pueden conocer haciendo turismo "estándar", como el jardín mágico o la playa del pozo. Terminan en un divertido sendero que desemboca en un pequeñísimo pueblo pesquero desde donde se toman pistas una y otra vez y donde comenzó mi particular infierno.

Al salir se la protección de los barrancos, el viento soplaba con una fuerza que en llano difícilmente pasaba de 10km/h. Así que en cuanto la cosa se ponía un poco pendiente o aparecía arena suelta no había más remedio que empujar la bici.

Los últimos 25km han sido eternos y muy muy duros, y ha terminado siendo uno de esos días en los que no disfrutas de la bici (y en mi eso es raro), en estas situaciones me da por gritar y soltar alguna palabreja salida de tono (tipo mecachis, jolines o cáspita), jajaja.

Tras unas horas montando, y desmontando de la bici, peleando contra el viento hago la última cumbre del día. Un cerro de 500m de altura al que subes entre infinitos viñedos con la típica disposición canaria y desde el cual se divisa ya Puerto del Carmen.

Aunque solo quedaban 12 km, el viento seguía encargándose de que pasasen muy despacio, y tienes la continua sensación de tener lejísimos lo que parece estar al alcance de tu mano.

Por fin, un último y divertido sendero, el único en el que he podido ir relajado del día, te adentra en el carril bici del pueblo (muy bien hecho, por cierto).

Se acaba así el reconocimiento de mi reto Vulcan Bike Pedales de Lava Nonstop. Ahora toca pasar los apuntes, hacer cálculos y valorar las posibilidades. He de decir que va a ser un reto mucho más difícil de lo que tenía en mente. El recorrido es mucho más exigente de lo que pensaba y la velocidad media más baja que lo que tenía calculado.

Parece que voy a estar en el límite de las 24 horas, eso si los ferrys a La graciosa los cojo sin perder un minuto, así que será mucho más duro de lo que pensaba. Y vosotros estaréis ahí para verlo.

Ahora me tocan unos días de "descanso", Sandra ya ha venido y vamos a hacer la versión Clásica de la Vulcan Bike Pedales de Lava en 5 días.

Ya os iré confirmando, pero seguramente el reto comienze el 5 de marzo a las 00:00 hora peninsular.

Un saludo!

3 comentarios:

  1. Venga!!! estamos deseando ver y vivir en lo posible esa Nonstop.Vulcan!!!!

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  2. Ánimo Miguel, es tuyo. El día 5 estaremos pedaleando contigo. Rubén

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